Estamos ante la que es quizá la mejor adaptación de Shakespeare al cine. Julie Taymor vuelca todo el talento y el de su equipo en mostrarnos una película majestuosa que hace honor al texto del genial dramaturgo.
Un conjunto de imágenes, escenografía, vestuario, música y actuaciones se pone al servicio de la brillante tragedia acerca de la venganza; sus orígenes y consecuencias, logrando llevar al espectador por un camino colosal pero elegante. Una combinación de épocas con tintes surrealistas y que rayan en el exceso, sin rebasarlo, con maestría, haciendo un filme perfecto.
Hay en toda la película una sensibilidad que captura la atención en todo momento, debido al tratamiento de la violencia y crudeza de la historia con un ánimo de belleza que discretamente va sorprendiendo al espectador para al final darle un espaldarazo de realidad que dejará helado a más de uno. En un principio, la propuesta puede resultar dificil de digerir, sin embargo, conforme avanzan los minutos nos damos cuenta de que hay en ella un objetivo claro: mostrar la actualidad del texto de Shakespeare, haciendo un simil con distintos periodos de la historia incluida la época contemporánea.
Las actuaciones son perfectas para el montaje del film, muy cuidadoso debió de ser el casting para seleccionar a los actores ya que parece que los personajes fueron creados especialmente para un Anthony Hopkins tan duro como confundido, Jessica Lange tan suplicante como despiadada y que decir de Alan Cumming y su andrógina versión de Saturnino.
Los infaltables en el equipo del que se rodea Taymor: Música de Elliot Goldenthal, diseño de producción de Dante Ferreti, vestuario de Milena Canonero aunados a la fotografía de Luciano Tovoli hacen de este filme, versión ultramodernista del gran clásico del autor inglés, una obra de arte imperdible.
Spoiler:
La adaptación al cine del clásico de Shakespeare cuenta la historia del general Titus Andronicus, que tras la guerra con los Góticos regresa a casa victorioso, trayendo como prisionera a la Reina Tamora y sus cuatro hijos. La tradición dicta que el más pequeño de ellos debe ser sacrificado como parte del ritual de victoria. Tamora suplica piedad para su obteniendo de Titus una negativa crueldad.
La reina jura venganza, misma que llega muy pronto cuando Saturnino asciende al poder y la toma por esposa, ahora con el poder de su lado, la venganza de Tamora desencadenará una historia de violencia que terminará por destruir a todos.
Un conjunto de imágenes, escenografía, vestuario, música y actuaciones se pone al servicio de la brillante tragedia acerca de la venganza; sus orígenes y consecuencias, logrando llevar al espectador por un camino colosal pero elegante. Una combinación de épocas con tintes surrealistas y que rayan en el exceso, sin rebasarlo, con maestría, haciendo un filme perfecto.
Hay en toda la película una sensibilidad que captura la atención en todo momento, debido al tratamiento de la violencia y crudeza de la historia con un ánimo de belleza que discretamente va sorprendiendo al espectador para al final darle un espaldarazo de realidad que dejará helado a más de uno. En un principio, la propuesta puede resultar dificil de digerir, sin embargo, conforme avanzan los minutos nos damos cuenta de que hay en ella un objetivo claro: mostrar la actualidad del texto de Shakespeare, haciendo un simil con distintos periodos de la historia incluida la época contemporánea.
Las actuaciones son perfectas para el montaje del film, muy cuidadoso debió de ser el casting para seleccionar a los actores ya que parece que los personajes fueron creados especialmente para un Anthony Hopkins tan duro como confundido, Jessica Lange tan suplicante como despiadada y que decir de Alan Cumming y su andrógina versión de Saturnino.
Los infaltables en el equipo del que se rodea Taymor: Música de Elliot Goldenthal, diseño de producción de Dante Ferreti, vestuario de Milena Canonero aunados a la fotografía de Luciano Tovoli hacen de este filme, versión ultramodernista del gran clásico del autor inglés, una obra de arte imperdible.
Spoiler:
La adaptación al cine del clásico de Shakespeare cuenta la historia del general Titus Andronicus, que tras la guerra con los Góticos regresa a casa victorioso, trayendo como prisionera a la Reina Tamora y sus cuatro hijos. La tradición dicta que el más pequeño de ellos debe ser sacrificado como parte del ritual de victoria. Tamora suplica piedad para su obteniendo de Titus una negativa crueldad.
La reina jura venganza, misma que llega muy pronto cuando Saturnino asciende al poder y la toma por esposa, ahora con el poder de su lado, la venganza de Tamora desencadenará una historia de violencia que terminará por destruir a todos.
El trailer:
